Siria, Derechos Humanos, Soberanía y el Buen Salvaje

01.09.2013 15:23

Buen Salvaje: “La visión imperialista de la industria cultural frente a los países subdesarrollados y del tercer mundo junto con la estigmatización de las otras culturas”.

Entender la soberanía y sus alcances es una de las principales variantes que el nacionalismo profesa. La construcción gradual de los Derechos Humanos desdibujo el panorama de la soberanía, pues se sobreentiende que ninguna política puede estar sobre los delitos de Lesa Humanidad.

Ahora bien, usar esta estrategia para invasiones, como lo llaman la gente de Medio Oriente y gran parte de la población de Estados Unidos que no quiere que se ataque Siria, pone en tela de duda parámetros que son necesarios discutirlos.

Primero, la muy hondada construcción de Edward Said sobre el orientalismo, el cual nos hace ciegos a realidades que nos asustan por no comprenderlas.  Anulamos la historia de esos pueblos y los juzgamos en base a parámetros occidentales.

El Homo Ludens de Johan Huizinga es una segunda premisa para entender este juegos de poderes en los cuales la realidad geopolítica se ha convertido en un tablero de ajedrez, que determina el destino de cientos de miles de seres humanos, en una posible guerra que amenaza con ampliarse a diferentes países de la región con un supuesto final… un ataque a Irán.

Pero hay lecturas todavía más escalofriantes que se guardan en este panorama. Michael Moore en el documental Fahrenheit 9/11 ponía en tela de duda lo que el Presidente de Estados Unidos, Bush, había emprendido, casi como la última Cruzada o una guerra contra la cortina del mal, representados en Irák y en Afganistán. Se habló de intereses petroleros y de gas, muy lejos del noble ideal de reivindicación causados por las Torres Gemelas, del cual se insinúa incluso como auto atentado.

Y aunque cuesta pensar que un premio Nobel de la Paz como Barack Obama, actual Presidente de Estados Unidos, tenga pensado un ataque a Siria, no suena tan ilógico cuando pensamos en algunos factores:

Primero, desde Aldous Huxley divisamos que la suerte de miles de Sirios está echada a una persona que mira, al igual que en Un Mundo Feliz, a las personas fuera del sistema como unos barbaros, que no han podido regirse, como se intentó supuestamente hacer con Egipto. Es decir llevarlos a la comunidad del Buen Salvaje que comenta Humberto Eco.

Buen Salvaje entendiendo como culturas que deben aceptar desde el exterior la benevolencia y sabiduría que traen los extranjeros. Aceptarlo, lejos de reacciones en contra, con aplausos y casi de manera natural.

Otro punto y pensando desde intereses económicos, ya son muchas las voces que afirman que el interés de no atacar, que había ocurrido hace algunos meses, ocurría por una supuesta venta de armas a los rebeldes suní. Misma percepción se tiene de Rusia con el Gobierno alauita del Presidente Bachar el Asad

No es costumbre en este blog emitir información subjetiva por lo cual no se plantearán juicios de valor y se profundizarán en estos supuestos intereses económicos. No obstante, sí cabe señalar que una guerra en conflictos religiosos siempre es de carácter preocupante y es necesario advertir que efectivamente los Derechos Humanos se imponen a cualquier institución mundial. Sin embargo, para eso existen entidades como la Organización de Naciones Unidas que deben intervenir sí, pero de una manera técnica y no con el uso de una violencia que tanta sangre y llanto ya ha derramado en muchos seres humanos.