Pluriculturalidad y multiculturalidad
Hace algunos años tuve la oportunidad conversar con un sudafricano, que llegó a Quito, con el objetivo de participar en una conferencia que se desarrolló en la Casa de la Cultura de Ecuador.
Este singular personaje venía como delegado de grupos de izquierda de este país, su raza era negra y venía, y esto fue lo que me sorprendió, a criticar a Mandela y sus políticas que, según este personaje, estimulaban el racismo y el apartheid.
Durante nuestra breve conversación, el sujeto nacido en África me señaló que las políticas de Mandela no han hecho sino resaltar la grave crisis que vive Sudáfrica y puso como ejemplo el Mundial, que se realizó en este país y que según, dijo, enraizaron una problemática racial y se la junto con la grave situación política.
Explicó que la infraestructura “para los blancos” ya estaba realizada y con el mundial de fútbol se cerró capital para los de raza negra. Una forma diferente de agudizar el conflicto de segregación, que existía entre estos dos grupos sociales.
No es el fin de este ensayo el criticar las políticas de Nelson Mandela, pero lo ponemos de ejemplo para llegar al punto que sugiere el titular. Lo que ocurre en Sudáfrica, suponiendo que el visitante con lo que hable tiene razón, es una suerte de pluriculturalidad o multiculturalidad.
Sin duda, luego de la lucha de Mandela se visibilizó una lucha que venían persiguiendo los negros, se puso en la palestra y en el debate público hasta el punto que pareciera que se logró una verdadera reivindicación social.
No obstante, que sucede cuando a pesar de la visibilización, continúa existiendo una cultura dominante, en este caso el de los blancos. Continúa programándose al agenda política en función de los intereses de un grupo, por así decirlo, privilegiado.
A esto se le llama multiculturalidad. Conceptualmente hablando se trata de la visibilización de todas las culturas pero enajedas a una superior.
En Ecuador tenemos un ejemplo claro de lo que es multiculturalidad. El estado acepta a los shuar, indígenas, montubios, negros etc... Pero tras esto se esconde una cultura superior la mestiza, que maneja todos los modelos de producción, dueño de la capital y de los aparatos de producción, del capital y del consumo.
Las otras culturas solo quedan en anécdotas, no existen más para reivindicaciones sociales subjetivas en muchos casos.
La contraposición a esto es por supuesto la pluriculturalidad. Esquemas en realidad equitativos en los cuales no se tolera o se acepta otra cultura, sino que es. La pluricultura se basa en modelos de respeto estructural.
No sé si de alguna forma de visos para entender realidades en Sudáfrica o en Ecuador y el tema es de verdad mucho más complejo, pero esta breve explicación constituye parámetros para analizar que no siempre lo que se ve como bueno, es en verdad bueno.
Reproducimos el tema racial en diferentes esquemas claro está, adquisitivo, de género, de grupos sociales y demás. Figuras coercitivas que aparentan apertura al pensamiento, pero que al final con los modelos de poder, solo reproducen esquemas unidireccionales. La igualdad en la diversidad en un tema en ciernes, no solo en Ecuador sino en todo el planeta.