El fin de los espacios públicos

15.05.2013 12:44

"Somos un montón de desconocidos que cada vez nos conocemos menos porque creemos que cada uno es lo que escribe", INTERNET...

Cuando McLuhan planteó su concepto de Aldea Global la coyuntura se enmarcaba una sociedad sólida con paradigmas bien definidos. Sin embargo, ya se visualizaba un escenario futuro en el que los individuos paulatinamente se irían absorbiendo hasta ser capturados y fascinados por la era digital.

Dicha era digital llegó y a pasos agigantados, Mark Zuckerberg, Steve Jobs o Bill Gates son unos de los pocos nombres de toda una gama de pensadores que cruzaron la barrera analógica a la era digital.

Este cambio generó una diversidad de formas de entender la realidad que Bauman las engloba en su concepto de modernidad líquida y que tiene infinidad de percepciones. En el presente ensayo quiero enfocarme solamente en el concepto del fin del espacio público.

Podemos indicar en principio que el fin del espacio público ocurre cuando el individuo se pierde de la calle, pues todo lo obtiene mediante el Internet. La persona tiene cada vez menos necesidad de salir a la calle, pues todo lo obtiene al alcance un clic.

Bajo ese presupuesto y como lo dice Castells, el presente y futuro que forjamos se construye en grandes edificaciones en las cuales las personas realizan todas sus actividades dentro de sus departamentos que son desde las más simples hasta las más complejas e incluyendo el tema de las relaciones amorosas.

Todo ahora es virtual y aquí el debate surge cuando en principio y sin moralismos, no es necesariamente malo este nuevo mundo donde incluso los colores de las cosas se ven mejor a través de una pantalla de computador que en la vida real.

Esto ocasiona sin embargo otro síntoma. Así como se reproducen nuevos lazos sociales virtuales, se van perdiendo los lazos espaciales. La gente ya no sale, cada vez es más anónima tras la pantalla del celular y la computadora.

El resultado es que estamos entre seres desconocidos materialmente. Las tribus urbanas son generadas precisamente por ese aislamiento. Los jóvenes de ahora aunque virtualmente conectados, se sienten indefensos ante personas que ya nos le reconocen en persona. En este marco, ellos se agrupan entre ellos mismos como las antiguas tribus que deseaban sobrevivir.

Y es que estas tribus urbanas son unas de las pocas asociaciones que existen y que van desapareciendo constantemente, incluso las tribus urbanas van creciendo en popularidad y modificandose a través del Internet y de redes sociales como el Facebook, es decir caen nuevamente en lo virtual.

Cuando salimos a la calle entonces nos encontramos con menos personas con las cuales podemos interactuar, solo basta pensar en un día normal. Obviamente existen espacios que todavía están establecidos como el trabajo y los centros educativos, pero en última instancia son obligatorios y además cada vez más los trabajos y los estudios son absorbidos por lo virtual.

Más allá de eso y como lo planteará Junger Habermas y Omar Rincón, los espacios como la plaza pública, el parque u otros lugares similares son menos frecuentes, ahora las personas ya no acuden a estos espacios, porque simplemente no son funcionales, aparece hasta cierto punto más divertido y más seguro hacer amigos por las redes virtuales.

Incluso, como lo planteará Omar Rincón los restaurantes, que son espacios públicos por naturaleza, se van eliminando con la comida rápida que obliga a la gente a comer y salir rápidamente, mecanizando este acto.

Quedarán todavía espacios como el estadio por ejemplo, donde las personas pueden todavía relacionarse, pero el constante contacto virtual hace que cuando salimos de este lugar nos sintamos desprotegidos y a la defensiva del otro al cual consideramos como amenaza y eso se observa en espacios como el estadio.

No solamente este elemento de amenaza se reproduce, según Bauman plantea, como algo real. Salido del panóptico de Foucault, ahora en el mundo de Bauman todos nos observamos y nos controlamos entre todos. En este mundo de las apariencias y la hipervisibilidad el sujeto se esconde de los seres que lo acompañan. Nótese que el discurso consumista actual implica la defensa del YO sobre el resto.

No se debe ser tan apocalíptico frente al tema y es verdad que en sociedades ecuatorianas todavía se conserva el espacio público, pero permanentemente este se va anulando con el crecimiento de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Un mundo virtual nos espera y el papel de las personas estar conscientes de estos cambios y afrontarlos con las herramientas gnoseológicas y epistemológicas adecuadas.


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