Cronología de corrupción en Ecuador
Hablar de los escándalos de supuesta corrupción en Ecuador es muy complejo, sobre todo por la gran cantidad de casos, que para la persona que gusten de las telenovelas, le puede significar horas de diversión, pues cada caso de corrupción viene acompañado de incoherencias y de contraposiciones, es decir denuncias mutuas e impunidad universal, pues muy pocos o nadie aceptan las culpas.
Con el Gobierno de Jaime Roldós, actualmente inmortalizado al nivel de martir, comenzó la época democrática en Ecuador, en 1979. Tras una dictadura totalitarista, Roldós, abrigado con la espalda de Assad Bucaram se posicionaba como la esperanza de un pueblo con mejores días. Y había razón para pensarlo, pues Roldós se presentaba como un líder democrático, con conciencia de izquierda, anti militarista y contaba con una bonanza de petróleo.
Sin embargo, los tentáculos de la corrupción aparecieron pocos meses después de la elección de Roldós, en un Gobierno que tuvo que sufrir una oposición feroz, que tal vez ningún otro Presidente de la República la recibió.
Tras los ideales antimilitaristas de Roldós y las espaldas a Assad Bucaram aparecieron supuestos mal manejos económicos que pudieron responder a intereses particulares y dos casos florecen especialmente: el aumento de los salarios y el aumento de los precios de los combustibles.
Inaugurando una época de devaluación, Roldós no ajustó nunca una ley en contra de la especulación y se permitió, con venia o no del Jefe de Estado, una especulación feroz, que ocasionó la escases de combustible y la duplicación de los precios de la canasta básica. Las medidas de control en estos dos temas fueron insuficientes y fue el gran saldo que dejó un Presidente que pocas horas antes de su fallecimiento fue abucheado en el Estadio Atahualpa por miles de opositores.
Luego del fallecimiento, en raras circunstancias de Roldós, asumiría Osvaldo Hurtado el poder. Un intelectual con naturaleza más bien de derecha, Hurtado se presentaba como el Presidente de la transición a la derecha ecuatoriana.
En este Gobierno sobresaldrá como gran deuda al país la sucretización de la deuda externa y el comienzo de beneficios a empresarios y banqueros que en muchos casos eran las mismas personas.
La sucretización pues en simples palabras trato de un salvataje de algunas empresas privadas por parte del Estado. El Estado asumía la deuda de muchas instituciones, pero el problema es que esas deudas adquiridas en dólares se sucretizó ocasionando que con la devaluación constante del débil sucre, las deudas adquiridas para el Estado se dispararán, a la vez que el pago para los empresarios fue mínimo.
La sucretizaciòn de la deuda fue ocasionado por el sobreendeudamiento proveniente del boom petrolero y las posteriores presiones del Banco Mundial y del FMI, que necesitaba recuperar con los elevados intereses los préstamos dados en esta deuda externa privada que fue generada por la facilidad con que estos organismos internacionales otorgaban créditos a empresarios ecuatorianos.
Todo esto, por supuesto, salió de las arcas del pueblo y significó a Ecuador entrar en un círculo vicioso de endeudamiento que se asentó en lo que llamaríamos en la deuda externa y que se construía en base a préstamos sobre préstamos e interés sobre interés.
Otros temas a describir en este Gobierno y que fueron sujetos de cuestionamiento, fue el escándalo de 1982 con el arroz con gorgojo, que costó al país 300 millones de sucres, por la importación de 20 mil toneladas de Tailandia.
El caso Santay también lo podemos mencionar. Se trató de la expropiación permitida en el Gobierno de Hurtado de la Isla Santay para adjudicarla al Banco de la Vivienda y que implicó una inversión de 200 millones de sucres.
Finalmente, mencionemos, para terminar el primer ciclo de Gobierno (Roldós y Hurtado), el caso de las muñecas de trapo, que fue víctima de sobreprecio. Se trataron de obsequios navideños que pudieron tener dentro del buen gesto, un tema de corrupción.
Terminaríamos el Gobierno de Hurtado con este legado y era el momento de Gobernar a la izquierda del país; el Capo León Febres Cordero asumía el poder con un estado económicamente desquebrajado y con una cadena de inseguridad que llegaba a esquemas alarmantes en Ecuador. Junto con esto la corriente de la guerrilla asomaba su sombra en las ventanas de Carondelet.
Frente al tema de la seguridad, Febres Cordero tomó la opción de poner mano dura y eliminar a cualquier elemento que atente contra el orden establecido, es así que se crea el SIC y es así que aparecen múltiples actos de supuestas desapariciones, incluido el tema Restrepo, como supuestas políticas de LFC para mermar la inseguridad y el desequilibrio en la sociedad.
Mencionamos este tema de los supuestos crímenes de Lesa Humanidad, debido a que estos habrían sido protagonizados en su mayoría por miembros de la Policía Nacional, quienes habrían tenido fuertes intereses particulares y seguramente, de haber existido estos casos de corrupción, una gran cantidad de dinero, tal vez desde el Gobierno, habría circulado de forma clandestina por los edificios de la fuerza pública.
En el tema de corrupción, existen dos escándalos de gran envergadura y que tuvieron que ver con sobreprecios en infraestructura, que luego terminó en el olvido por la mala calidad. Nos referimos específicamente a los recolectores de basura y a la terminal terrestre de Guayaquil.
Ambas infraestructura puede ser que no sean recordadas por muchas personas y han pasado a los anales de la historia del olvido. Sin embargo, en su tiempo fueron casos emblemáticos porque develaron los supuestos procedimientos de contratación que no habrían sido aislados y que demostraban que los sobreprecios de las contrataciones estaban al orden del día. En cuanto a los recolectores de basura, al poco tiempo terminaron en un lote de chatarra. Sobre el terminal terrestre, la historia es más dramática, pues este edificio literalmente se desplomó, quedando los culpables para el perdón y olvido. En este último tema un nombre y apellido existe, es el de Carlos Pérez Perasso, principal de diario El Universo.
Aunque vamos a tratar en este ensayo de omitir a posibles culpables de los actos de supuesta corrupción, mencionamos el nombre de El Universo, porque luego de develada el caso, desde la familia de El Universo se tomó la decisión de colocar un urinario en un sector de la Av. 9 de Octubre en Guayaquil con el rostro de Herny Raad, periodista que sacó a la luz este tema. No hace falta saber que dicho urinario era público y significó una decisión por de más llamativa que hizo noticia en su tiempo.
Mencionemos también en este Gobierno la construcción de la vía Perimetral, cuyo escándalo principal proviene porque dicha vía pasaba cerca de propiedades del también Social Cristiano Jaime Nebot. En ese tiempo y hasta el final del Feriado Bancario, el tema de la plusvalía fue uno de los apetitos más voraces de muchos ecuatorianos pues producía muchas ganancias sin el menor esfuerzo. La plusvalía se ocasionaba principalmente por la construcción de viviendas en sectores alejados que luego, debido a la expansión de la ciudad, se dotaban de carreteras y servicios básicos que incrementaban el costo de la vivienda.
En realidad así funcionó las invasiones de Monte Sinaí y el supuesto trabajo corrupto de Toral Zalamea en beneficio de algunos potentados económicos, pues se permitía que se invadan terrenos privados con la venia del titular del terreno y luego, tras la inclusión de los servicios básicos, se negociaba ya sea con el Estado o con las mismas familias invasoras la legalización de las tierras en ganancias que dejaban a particulares muy bien parados.
Un último tema mencionaremos de León Febres Cordero. El viernes 16 de enero de 1987 se producirá el Taurazo. Aquí dos aspectos deberían ser analizado; por un lado los oscuros acuerdos obtenidos con Frank Vargas Pazzos, quien protagonizó el Golpe de Estado y después la actitud de Blasco Peñaherrera que llegó a tener un protagonismo en el momento del taurazo y después, que para muchos refleja lo que llaman “golpistas a sueldos” refiriéndose a la ambición que algún Vicepresidente puede tener para llegar al poder total.
Cerramos pues el capítulo de Febres Cordero y damos la bienvenida a la centro izquierda, a la social democracia que en términos económicos y de seguridad recibía en buenas condiciones el Estado.
Uno de los principales capítulos en la era de Rodrigo Borja fue cerrar el capítulo de la guerrilla Alfaro Vive, prácticamente exterminada por Febres Cordero. Pero mientras se apagaba un problema, uno nuevo flotaba y se llamó levantamiento indígena; una paralización que causó graves perjuicios económicos al país y que se ocasionó por la sucesiva falta de atención de los gobiernos de turno a los grupos marginales del Ecuador.
Nuestro tema es sobre la corrupción y por eso mencionaremos que el problema que más llamó la atención en este Gobierno fue el de las Aduanas.
En anteriores Gobiernos se había visto a las aduanas como un elemento interesante a la hora de posibles actos de corrupción, porque las aduanas son centros susceptibles a lavado de dinero y a sobornos por ejemplo.
Sin embargo, en otros Gobiernos fueron temas diferentes lo que llamó la atención. Aquí, con Borja saldría a la luz los atracos a contenedores de contrabando en Puerto Bolívar. Con una dificultad para conocer a culpables, en este caso se señaló a miembros militares y civiles que pudieron desbalijar contenedores con mercadería ilegal.
Al igual que en el Gobierno de Febres Cordero, aquí también se tenía conciencia, según denuncias, del buen negocio que era el sobreprecio de los artículos, que beneficiaba directamente a empresarios que pudieran tener cuotas del poder en el Gobierno. Por eso, en 1991 el Presidente Rodrigo Borja colocó un sobreprecio en la importación de acero laminado, perjudicando a la DINACE por 200 millones de sucres.
Concluido todo su periodo de Gobierno, aunque con un fuerte desgaste, el poder pasó, bajo la ley del péndulo, nuevamente a la derecha y con un personaje que era conocido desde la época de la dictadura.
Para Sixto Durán Ballén su prioridad fue la guerra con Perú y cualquier problema en el ámbito económico lo desvío por el asunto del gran porcentaje de inversión realizada para armamento de un conflicto que aunque ganado, luego lo perderíamos en la mesa negociadora, en la época de Jamil Mahuad.
Poco se puede investigar de esta guerra para ratificar que efectivamente se invirtieron en recursos necesarios para defender la soberanía del país. Mucho se habla de la posición del ex Alcalde de Quito, Paco Moncayo, que durante la guerra, cuando fue miembro de las Fuerzas Armadas, pidió la compra de armas a Argentina. Dichas armas, dicen, no servían y hubiese sido objeto de una masacre de llevarse ese armamento a la frontera para pelear contra los soldados peruanos.
Tampoco se podrá conocer a ciencia cierta si el conflicto del Cenepa, aunque real y cruento, fue orquestado en alianza de los Gobiernos de los respectivos países para desviar la atención pública de temas que estaban sucediendo en la economía desquebrajadas por malas decisiones políticas y económicas.
El tema del Cenepa fue sin duda emblemático y hasta la actualidad está en el debate, más vivo incluso que el caso Flores y Miel, que aunque ya casi cerrado, representa, de ser cierto las versiones denunciantes, uno de los casos más bochornosos de la historia ecuatoriana.
Flores y Miel implica a la nieta del Presidente Durán Ballén, Emma Paredes, que habría, junto a su familia política, Anda Carreño, usado sus influencias para otorgar un préstamo millonario a la compañía Flores y Miel, dicho préstamo otorgado por la CFN.
La culpabilidad de este caso de mal uso de fondos públicos recayó en el esposo de la nieta del Presidente Durán Ballén y la parte vergonzosa del caso reside en que este sospechoso habría salido del país en el avión presidencial, durante una visita oficial.
El otro caso que conmocionó a todo el país fue el de Dahik. El Vicepresidente de la República de ese tiempo era Alberto Dahik y la presión por el caso de los gastos reservados concluyeron con una visita de Dahik al Congreso donde denunció muchas acciones irregulares en diferentes instancias del poder público en función de intereses de unos pocos.
Luego de un juicio lleno de denuncias y acusaciones mutuas, se debeló que el Vicepresidente Dahik habría usado de manera errónea los fondos reservados pasándolas a cuentas individuales. La respuesta de Dahik fue contra Javier Neira, diputado en aquel tiempo, acusándolo de violar el secreto bancario de cuentas de gastos reservados, a la vez que aseguró que Contraloría podía ver que todos los montos fueron usados de forma correcta.
Luego de llamamiento a juicio penal y político; Dahik salía de la Vicepresidencia de la República sin tener las herramientas necesarias para demostrar que su posición estaba de acuerdo. Dahik tuvo inflexibilidad en muchos órganos del Estado, durante su exilio en Costa Rica, hasta que el actual Presidente Rafael Correa mostró su deseo que Dahik vuelva y pase por un juicio justo que demuestre la verdad en este enredado caso.
El péndulo nuevamente dio su giro y recayó el poder en uno de los Gobiernos más polémicos de todos los tiempos y que para muchos es el más corrupto de todos. Este es el caso del régimen de Abdalá Bucaram.
Abdala Bucaram llega al poder contra todo pronóstico en una candidatura que parecía la tenía en el bolsillo Jaime Nebot. Sin embargo, a última hora la victoria le perteneció al líder del PRE, que llegó con un mensaje que promocionaba los recursos básicos de dignidad para el pobre.
Para lograrlo, desde el principio impulso programas sociales y promovió la lógica de la convertibilidad que de aplicarla habría dejado sin piso a una especulación que se estaba gestando desde hace años en el precio del dólar, de los bienes inmuebles y de los productos que degenerarían en la crisis bancaria.
Sin embargo, tras este plan de Gobierno y tras la personalidad chabacana del Presidente de turno, se presentaron actos de corrupción tal, que el día de su caída. El 6 de febrero de 1997, se vio a gente que sacaba de Carondelet fundas de basura con miles de dólares cuyo uso, se dice, podría haber servido para compra de conciencias de un Parlamento que lo estaba derrocando, tras afirmar que no estaba en capacidades mentales para hacerlo y que devino en criterios negativos al rechazar que los legisladores tenían la capacidad de ser psicólogos, para definir la incapacidad mental de un Jefe de Estado.
Este Gobierno, que para muchos es la vergüenza más grande que tuvo el Ecuador, tenía como su líder a una persona que, entre otras cosas, bailaba con las modelos y produjo un disco musical. Además, fue Presidente de Barcelona, club de fútbol que su familiar Elsa Bucaram, habría ayudado económicamente con el pago de sueldos a futbolistas del club, pero con fondos públicos, como si fueran funcionarios.
No duró mucho desde su posesión para que asomaran los variados escándalos de corrupción, entre ellos lo de la tan conocida mochila escolar, que habría tenido un inmenso sobreprecio y habría sido orquestado por su Ministra de Educación, Sandra Correa.
Otro tema que causó indignación fue la fiesta por el primer millón de dólares obtenido por Jacobo Bucaram, que supuestamente los logró tras tres meses de trabajo en la Aduana Nacional del Ecuador.
Además de esto, se culpa de un robo sistemático a las arcas estatales del Ecuador que habría protagonizado Bucaram en compañía de su partido política y su familia. En esto último, cabe señalar que Bucaram fue fuertemente señalado por caer en nepotismo al colocar a varios familiares en puestos importantes y estratégicos del Gobierno Nacional.
El Embajador de Estados Unidos en 1997 describió al país como uno donde la corrupción es “penetrante”. Esto sucedía en la coyuntura de 1997 cuando se decía que una Teletón que se daba en favor de los más necesitados, se trató de otro caso más de corrupción, pues se habría desviado dinero.
Estos escándalos originaron que el día de su caída se produzca un caos institucional en el Ecuador, que colocó como Presidente en un momento a la Vicepresidenta Rosalía Arteaga, pero que al final, con la venia del General Paco Moncayo, se colocará como Presidente interino del Ecuador a Fabián Alarcón, en esa época, Presidente del Congreso Nacional.
La Presidencia de Alarcón desde un principio originó varios reclamos, pues en la Constitución no existía ningún artículo que legalice a Alarcón como Presidente, aunque tampoco había una disposición que coloque a Arteaga como la Primera Mandataria.
Es así que llegaba Alarcón con la misión de devolver la institucionalidad al país. Alarcón es señalado durante su periodo por ser un Presidente que reforzó políticas que desde el Gobierno de Sixto Durán Ballén se habían consolidado para proteger al banquero y que quitaban poderes a la Superintendencia de Bancos para hacer un adecuado control.
Con un corte más de derecha, Alarcón asentó el camino para el Gobierno de banqueros que presidirá Jamil Mahuad, luego de él.
En el ámbito de corrupción, Alarcón tuvo que responder por supuestos casos de piponazgo en la función Legislativa, que luego de su periodo, incluso lo llevaron a la cárcel. Asimismo, se continuaron con los casos de gastos reservados. En una declaración, el entonces Presidente aceptó que en su Gobierno existía corrupción, pero afirmó que dichos actos se estaban investigando.
Y uno de los temas que se investigó y a profundidad, al menos por los medios, fue el de su Ministro de Gobierno, César Verduga. A Verduga se lo acusa de hacer mal uso de fondos públicos al malversar 25.800 millones de sucres, provenientes de las cuentas de gastos reservados. Luego de ser imputado, el ex Ministro fue hasta México para no responder a la justicia.
Finalmente, en el Gobierno de Alarcón también salió a la luz el caso ropa sucia. Este caso nuevamente pone en la mira a las aduanas, pues se habría permitido que 20 contenedores con ropa usada entraran sin pagar impuestos. La mercadería tenía como destino los afectados por el Fenómeno del Niño, pero se habría descubierto que el verdadero destino era venderlas a tiendas de ropa usada. También se descubrió que mucha de esa mercadería en realidad era ropa nueva que serviría posiblemente para la venta.
Alarcón luego de su presidencia con más pena que gloria debió enfrentar a la justicia por el caso de los pipones. En total habrían sido 1.119 asesores contratados durante su administración que percibían beneficios con fondos públicos.
Alarcón terminaría su vida política tras su estancia en la Cárcel 4, acusado del caso pipones y aunque no salió del país, fue borrado de la historia que se escribiría.
Más famoso que Alarcón, para muchos, es el Gobierno de Jamil Mahuad que llegó a Carondelet tras una fuerte disputa con el candidato opositor Álvaro Noboa, aunque Noboa perdería muchas elecciones de forma legal en el futuro, muchos dicen que existió algo oscuro en una elección que para muchos le tenían como ganador a él.
De esta forma llegaría un ex Alcalde de Quito que tenía visión empresarial y estaba escoltado por un ejército de banqueros de notoriedad y que rápidamente se hicieron de diferentes ministerios dentro de ese Gobierno.
Ya para esa época todos los ingredientes para el colapso económico del 99 estaban preparados. En anteriores Gobiernos no se dio impulso a adecuados sistemas de control para la banca. Esta banca fue acusada de dar préstamos vinculados a los mismos dueños del banco, o en su defecto a familiares y amigos cercanos.
Los bancos daban préstamos altos con baja tasa de interés y a largo tiempo y como garantía recibían propiedades que no tenía el mismo valor que el préstamo, que al final era dinero de los depositantes, es decir del pueblo.
Otros ingredientes como la plusvalía de los bienes inmuebles y la especulación de productos servían para crear un país en que las tasas de interés y los controles no estaban adecuadamente regulados.
Finalmente, el sucre cada vez más devaluado se veía como una herramienta de corrupción. Se comenzó hacer una suerte inversa a la sucretización. Ahora a la gente le convenía obtener los dólares y contraer deudas en dólares, pues el sucre cada día tenía menos valor.
Todos estos ingredientes, sumados a una grave crisis institucional y democrática, explotaron con el anuncio de bancos con poca liquidez y posible quiebre como son los bancos Filanbanco y Popular, entre otros.
El Gobierno en un intento desesperado por salvar estos bancos. Intento desesperado decimos, pues aquí se podría esconder el atraco en cuanto los empresarios y banqueros dentro del Gobierno, sabían que a falta de financiamiento el Gobierno, a través del Banco Central, tomaría acciones.
Dichas acciones fueron fundamentalmente dos: En primer lugar empezó un salvataje bancario para inyectar liquidez a los bancos y la segunda fue decretar feriados bancarios cuyo objetivo era evitar que la sociedad, con desconfianza al sistema bancario, sacará los fondos que tenía agudizando el tema.
Sin embargo, ambas medidas fueron en desmedro de la sociedad, pues algunos bancos decidieron declararse quebrados y ex banqueros como Alejandro Peñafiel y al grupo Isaías obtuvieron una inmensidad de ganancias, versus los miles de ciudadanos que en las calles pedían de forma desesperada que les devuelvan dinero y ocasionando en algunos casos incluso suicidios y muertes de ancianos, entre otros males.
No sería sino hasta el Gobierno de Rafael Correa que se realizó una investigación a fondo y se pudo poner fin a este triste capítulo de la historia del Ecuador, mediante la devolución de dinero a los afectados de este episodio de la historia.
La crisis bancaria amenazó diversos sectores del país en el ámbito económico, social y político. En el ámbito económico se produjo la dolarización, como respuesta a la especulación generada por el cierre de los bancos y la especulación que disparó el precio del dólar frente al sucre.
En el ámbito social, además de las muertes mencionadas arriba, también se registró una expansión de la pobreza y sub empelo por falta de empleo, de parte de miles de empresas que cerraron tras el feriado bancario, pues no tenían capital. Asimismo, se produjo un éxodo de miles de ecuatorianos al extranjero, quienes no veían posibilidad de vivir en Ecuador.
En lo político, tras la grave crisis existente, se produjo el golpe de Estado protagonizado por Lucio Gutiérrez y que colocó un triunvirato en el que lo acompañaron Antonio Vargas, Presidente de CONAIE y Carlos Solorzano.
Colocamos el tema de al Crisis Bancaria del 99 como un elemento de corrupción por obvias razones, pues existió en diferentes aspectos y grados triquiñuelas que causaron el colapso de un país que estaba pasando por un grave momento institucional con ya dos gobiernos derrocados en poco tiempo. Era paso del sucesor de Jamil Mahuad, que tuvo que huir a Estados Unidos, dejando un Gobierno lleno de banqueros que se escondieron para no responsabilizarse de los actos ocurridos.
Solo cabe mencionar que, supuestamente, el ex presidente del Banco del Progreso, Fernando Aspiazu, apoyo con 3 millones de dólares para la campaña de Mahuad. Lo que se adjunta a una serie de “donaciones” de diferentes grupos que viene desde la época de Assad Bucaram e incluso antes. Estos grupos financian campañas que en el futuro serían una inversión cambiable por cuotas políticas.
Un último tema que se destaca de Mahuad es el tema de la paz con el Perú y aquí también existen sectores que aseguran posible “mano negra” en lo que fue una negociación que fue positiva en términos de comercio y paz, pero muy negativa en el tema de territorio, perdiendo y aceptando una gran cantidad de lo que era territorio ecuatoriano.
Así terminaba este Gobierno que dejaba al sucre en 25.000, aunque muchos creen que fue más. Ahora el dólar existía y muchos detalles alrededor de esto, que básicamente tenían que ver con la inflación, con aumento de los precios de combustibles, de canasta básica y un bajo precio de petróleo.
La única boya para el Ecuador serían los migrantes que salieron y que ahora con sus remesas sostenían la economía del Ecuador, especialmente en sectores de la Sierra sur del país, donde salió mucha gente, principalmente a Italia, España y Estados Unidos.
En este contexto llegaba Gustavo Noboa, ex Vicepresidente de Mahuad, al poder. Con un buen sentido del humor, la misión de Noboa fue equilibrar al desquebrajado país y aunque lo realizó parcialmente, el conflicto ocurrió por la impunidad de los banqueros de los cuales el pueblo quería noticias.
La mano fría que tuvo frente a la AGD llevó a pensar que Noboa estaba encubriendo deudas que perjudicaron en el feriado bancario a los ciudadanos.
En una entrevista Osvaldo Hurtado comentó que para muchos europeos toda América Latina es corrupta y que están acostumbrados a darles sobornos. Sin embargo, en Ecuador el tema es más complejo porque a pesar que también se da sobornos, muchas veces les traicionan a los que les dan el dinero, con el afán de buscar más dinero. “Es una corrupción que no es honesta”, comentaba Hurtado.
La principal acusación de corrupción de Noboa llegó por parte de Febres Cordero, quien lo acusó de haber realizado una funesta renegociación de la deuda externa. El caso se investigó al punto que Noboa tuvo que pedir asilo en República Dominicana. El perjuicio de la renegociación de la deuda habría llegado a los 9.000 millones de dólares.
Otro tema explotó en este Gobierno, que fue el del Cura Flores. Este caso tiene como protagonista al ex sacerdote Carlos Andrade Flores, conocido como el “Cura Flores”.
Como ya lo repetimos antes, la Aduana siempre fue un lugar fuente de polémica y en esta ocasión se acusa a Flores, enviado por Gustavo Noboa, como autor de peculado.
El tema petrolero también estuvo en la mira de este Gobierno, en realidad ha sido un tema recurrente en todos los Gobiernos, con temas de concesiones a diferentes compañías de la que más suena la Oxy y Texaco (Chevron) hasta la actualidad. En el Gobierno de Noboa, el tema que resaltó en esta materia fue a entrega de campos petroleros a la empresa Enap, perjuicio que superaría los 1.700 millones de dólares.
A pesar de las denuncias de corrupción, entre ellas de la inocencia del cura Flores, el Gobierno de Noboa terminó y se llamó nuevamente a elecciones. En esta ocasión la elección del pueblo era alguien conocido y que representaba la irreverencia del pueblo.
En su calidad de golpista, Lucio Gutiérrez se construyó en principio la imagen de un coronel similar al comandante Hugo Chávez en Venezuela. Luego de su triunfo, su imagen cambió y el coronel se transformó en ingeniero. Su traje ya era de terno, no de soldado como en su campaña, y su apego al Gobierno de Estados Unidos se asemejó más, alejándose de principios por los cuales el pueblo voto por él, es decir, de alguna forma cometió corrupción si tenemos en cuenta cuál era el pedido popular de alejarse de políticas neoliberales que existían en el país.
A Gutiérrez se lo imputa principalmente por la famosa “Pichi Corte”, una Corte Nacional de Justicia que permitió el regreso momentáneo del ex Presidente Abdalá Bucaram Ortiz al Ecuador.
Como lo mencionamos, el apoyo del pueblo bajó en su Gobierno pues las políticas programadas siguieron siendo de carácter neoliberal y aunque con gran apoyo en su natal Amazonía, tuvo mucho rechazo en Guayaquil y Quito, especialmente en Quito se le acusa de haber permitido excesos de seguridad pública y de gente cercana a su Gobierno durante su caída, ocurrida el 20 de abril del 2005.
Ex edecán de Abdalá Bucaram y Fabián Alarcón, Gutiérrez fue defenestrado mientras en el Ministerio de Bienestar Social se disparaban balas contra los manifestantes.
Acusaciones de nepotismo también son parte de su lista de supuestos actos corruptos. Parientes y amigos comenzaron a ocupar puestos claves en el quehacer político y según sus opositores, estás personas, en su mayor caso, no tenían competencias para ocupar esos puestos. Luego de su caída, Gutiérrez huyó en un helicóptero y terminó en Brasil, luego de una parada por la Embajada de ese país. Después de un tiempo volvió. Mientras esto ocurría, Alfredo Palacios ocupaba el poder.
Con la creación de grupos como los forajidos, ruptura 25 y el naciente Movimiento PAIS, Alfredo Palacios prometió dar un giro a las políticas neoliberales que Gutiérrez implementó y que no estaban programas en la agenda de la ciudadanía que voto por él.
Ante un Quito convulsionado, Cynthia Viteri, asambleísta Social Cristiana posesionaba a este nuevo Presidente, que desde un balcón de CIESPAL, en Quito, anunciaba el fin de los males de su predecesor.
Dicha promesa de cambio no se cumpliría en su Gobierno y esa es tal vez su mayor deuda. Sin embargo, tiene algunos temas que debe o debió responder a la justicia. Entre ellas están las denuncias por supuestos negociados irregulares con la telefónica Andinatel y también supuesto problemas que habrían existido como planes de vivienda.
Finalmente, otro tema que salió a la luz, mediante denuncia del Secretario Jurídico de la Presidencia actual, Alexis Mera, es traficar con asignaciones del Banco del Estado (BEDE). La denuncia va dirigida a Roosvelt Chica Zambrano, funcionario del Gobierno de Palacios y responde a una denuncia del Alcalde de San Vicente, en Manabí, por supuesto chantajes y exigencias al momento de otorgar un financiamiento.
El Gobierno de Palacios de esta forma fue visto más como una transición que nos ha llevado a la actualidad, con la Presidencia de Rafael Correa. Por supuesto, por respeto a que es el actual Presidente no se profundizará ningún tema polémico que se ha realizado en este Gobierno, aunque solo se mencionará algunas cosas que en el ámbito mediático hicieron noticia, estas son: los contratos con su hermano Fabricio Correa, el préstamo a Gastón Duzac, el caso Pedro Delgado, la compra de camas de la Ministra Caroline Chang y las denuncias de corrupción del ex Ministro de Deporte Raúl Carrión.
Como lo dije no es de mi interés profundizar en este Gobierno por respeto a la autoridad y porque el Gobierno ha sabido informar los argumentos que consideran necesarios en cada uno de estos casos que los mencioné arriba.
Es más, tampoco es mi interés juzgar a los otros presidentes, he tratado de hacer el ensayo usando reiteradamente palabras como “supuestamente”, pues al final son suposiciones, pues solo los autores saben cuál es la verdad en cada uno de estos casos. No obstante, tantas denuncias, no hacen sino pensar que este país ha tenido una historia sucia, que es necesario limpiarla y este Gobierno tiene la misión y el deber de pasar como un Gobierno limpio y que trabajó en función de los ciudadanos, no en contra de ellos.