Apuntes sobre egoísmo
En el Arenal la gente es como en cualquier otra parte del planeta, personas que buscan el progreso de ellos mismos y el bienestar de sus familiares. Al igual que toda la sociedad, la gente del Arenal también se une a otras personas solo para satisfacer sus necesidades.
El egoísmo es una de las premisas fundamentales de la naturaleza humana; se constituye como una máxima de la supervivencia. El altruismo no existe en tanto las personas se mueven en torno a su propia felicidad y placer.
Al final de la tarde, lo que resalta es el ser sobre la obra, y en muchos casos el mismo humano es el que resalta esa idea, en cuanto jamás permitirá que su obra lo opaque. Toda ideología política se asienta en teóricos o filósofos. Cuando una persona ofrece algo a su pareja, el fin es su propia felicidad (como sexo por ejemplo).
En alguna ocasión un amigo me comentó que la única forma de “engañar” al egoísmo es expandirlo y ponía el caso de Jesucristo, quien con su nobleza extendió los senderos del egoísmo y los globalizó hasta no dejar nada fuera de él.
El egoísmo, aludiendo a Darwin, sería un mecanismo de supervivencia, mas si acordamos que existen todos los sentimientos de solidaridad solo son meta relatos o construcciones inventadas por el ser humano promoviendo su hipocresía.
Un profesor en mi universidad comentaba, en uno de sus clases, que aspectos como el funeral, no son otra cosa que apología al yo, pues se llora por la ausencia de la persona fallecida, es decir la falta de placer que ocasionaba a quien ahora llora su pérdida.
El mismo estado social de Freud, no hace otra cosa que reivindicar al individuo. Si bien, el sujeto desiste de acciones propias y que le podrían causar placer, lo hace por bien de la sociedad, una sociedad de la que es parte.
Un ciudadano que maneja un vehículo tiene que respetar las leyes de tránsito, obedeciendo al ello y al consciente, pero lo hace para beneficiarse de la sociedad, en cuanto a seguridad, orden y paz, aspectos necesarios para su cotidiana vivir.
Entonces todas las acciones individuales, grupales y universales son en beneficio del sujeto. Un ejemplo final, solo para reforzar la idea: el que da limosna siente satisfacción por su benevolencia, tal vez sentido de superioridad, y en muchos casos obtienen un no desagradable reconocimiento de la sociedad (que claro, causa placer).
Cabe terminar este breve escrito recordando que todas las acciones “intrínsecas” son construcciones sociales, no obstante en el caso del egoísmo, parece ser uno de los síntomas que más ha durado, tal vez desde la primera comunidad de humanos.